Bagdad vive con angustia el avance de los insurgentes

Bagdad vivía el jueves con el corazón en un puño, sus calles casi desiertas y muchos comercios cerrados. La angustia reina ante la posibilidad creciente de que los insurgentes lleguen a la capital iraquí.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Bagdad vive con angustia el avance de los insurgentes

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Por Mohamad Ali Harissi"Bagdad está desierta, por segunda vez consecutiva, la gente no sale, tiene miedo" explica Zeid, un periodista de 33 años.
"Los rebeldes armados están a 90 km.
Están a las puertas de Bagdad, pueden llegar en cualquier momento", recuerda Zeid.
Los iraquíes viven en la angustia desde que la segunda ciudad del país, Mosul, toda la provincia de Nínive y regiones enteras de Kirkuk y Saladino cayeron en manos de los rebeldes del Estado islámico en Irak y el Levante (EIIL, yihadistas sunitas) que se enfrentan a muy poca resistencia.
Los insurgentes estaban el jueves a menos de 100 km de Bagdad.
La víspera tomaron Dhuluya, según un coronel de policía y habitantes contactados por teléfono por la AFP.
Sentado con un amigo en un restaurante prácticamente vacío, en pleno centro de Bagdad, Zeid está angustiado.
"No entendemos qué está pasando.
¿Dónde está el ejército en el que se gastaron miles de millones? ¿Cómo abandonan sus cañones en manos de los rebeldes?""Tengo miedo por mi y por mi familia.
Si tuviera a dónde ir, ya me habría ido", añade ese periodista.
Como la mayor parte de los bagdadíes, teme que el asalto sea inminente.
En una grabación divulgada el miércoles, un dirigente del EIIL, Abú Mohamed al Adnani, pidió a sus combatientes que "caigan sobre Bagdad" y las ciudades santas chiitas de Kerbala y Najaf (centro).
Criticó al primer ministro Nuri al Maliki (un chiita) por su "incompetencia".
Los temores de los habitantes de Bagdad son fundados porque según Zeid "quitaron puntos de control y se oyeron detonaciones durante la noche".
"Vivimos en estado de shock y con miedo, un miedo que no habíamos conocido desde 2003" fecha de la invasión estadounidense de Irak que condujo a la caída del régimen de Sadam Husein.
Sin embargo, atentados particularmente sangrientos han ido sacudiendo regularmente a las principales ciudades iraquíes en las últimas semanas.
En la calle comercial de Karrada, una arteria del centro de la capital normalmente muy animada, llena de pequeños restaurantes y cafés siempre abiertos, estaba desierta.
"La clientela ha bajado" dice resignadamente Salam, un barbero de 25 años.
"La actividad en todos los sectores bajó en los últimos dos días".
"Tememos los acontecimientos" en el norte del país "pero esperamos que no lleguen hasta Bagdad", añadió.
Abú Alaa, un vidriero de 54 años, es más explícito: "todo el mundo está desorientado.
La población se siente desamparaçda, sin protección", se lamenta en su pequeño taller de Karrada.
Bajo un calor sofocante, Alaa confiesa que tiene miedo de convertirse "en un refugiado".
"Todo puede suceder en Bagdad, era una situación impensable hace un mes pero que puede suceder en cualquier momento ahora", concluye.